ÁNGEL DURERO.
“Encontrarás tierra distinta de tu tierra, pero tu alma es una sola y no encontrarás otra”. - Sindbad el Marino I
No fue, ni será necesario el saludo constante ni la creación de símbolos austeros el baldío de lo cotidiano salió sobrado. Porque desde el primer cruce del puente las miradas nos hicieron permanecer junto con el roce de nuestras manos. Los peldaños son testigos de eso y más. Los ladrillos aún sueñan canciones no bailadas sobre ellos. ¿Y tú y yo? Imitando a Odiseo o tal vez a Sindbad en diferentes mares anhelando los ajenos del aire. Pechos, algas y bellas sirenas ya inundaban tu cuerpo, soy el oleaje que pasa cuando renace Apolo suave, ágil entre las grutas de tus poros. ¿Qué pretendo? No preguntes, prefiero el misterio aunque la confusión nos ha carcomido el alma y la sinrazón que pretendemos tener. Distraído por el blues de los caracoles y los gemidos de las almejas parlantes disfrutas el cáliz que derraman y versan con sus labios rojos, te susurran al oído, te alzan un poco, envuelto en tápalos de mayo. ¡Nadie, nadie merece el mar sólo somos mecenas del idilio! Polifemo manda tu maldición a su lado, junto a él, no quiero llegar a casa no quiero llegar al muelle no tengo faro no tengo casa sólo historias mal contadas y sonetos no logrados como éste. Ser el Baco de tus deseos que prolongue tu hemisferio paulatino la prez de tu silencio, la autora del suspiro. Te regalo mis luciérnagas úsalas para decorar el mástil, que te alumbren un poco, que te lleven lejos pero no lejos de mi recuerdo. Que la proa llore. Besaré cicatrices las amaré, mas no las borraré tenemos que vivir con algo. ¿Qué te aflige? No insistas. Has quedado ciego y yo sin tacto, por eso buscas ojos en península y yo manos para hacer arcilla el mar, la cama y los libros no leídos. Contemplaste las algas varadas en la arena, y yo sensibilidad para sentir luceros en las líneas recicladas. Sólo recuerda: cascanueces en la boca reflejo del iris nupcial brújulas en las caderas hacia una misma dirección. Tu piel cacao de bengala almíbar entre mis manos. Corazón de gaviota, besando presa, sin intención de volver. Burbujas y laureles has creado sobre mis pechos. Ha florecido el instante, ruptura de constelaciones desterrando prejuicios, varados en nuestro propio Sena eso fue ayer, lo fue. ¿Por qué ausente? ¿Será que duermes temprano con caracoles arrullado? No imagines. Se descongela el tiempo y se oye el canto de las sirenas ¿Fuiste mío? II Atolladero azul romántico de laberintos, presos de la ilusión y de abrazos imaginativos. El deseo se ha comprimido la verdadera pesadilla sería despertar del sueño donde sí eres mío. Anclados al recuerdo de Venus consumiendo gotitas de la noche, de los murmullos y los embarcaderos Capturar el paisaje, que los oculares sean el único espejismo. Nosotros no debemos ser parte de ese montaje. Acaso ¿Cuándo dejaremos de fingir? calla, no merecen que les cuentes las historias de tu abuela. No me hagas pensar que todo esto fue un esperpento de caricias; para entretener a Genoveva y hacer llorar al rey Arturo: gruñir a los leones y a los imperios soltarse, brillar en la sombra ignorar los jades y la tierra queriendo todo para nada. Me resuenan esos días, ese oleaje que nos alejó, cada uno se fue en su féretro en forma de barco; rebuscada sintonía de la muerte, pero hemos de volver. III Ángel Azul ¿La ilusión tendrá su propia ilusión? Yo te veo y tú me sientes, un nivel inexplicable. No te quiero porque esté incompleta, bueno, eso es lo que quiero pensar. Ángel Hurtado ¿Todavía percibes el aroma de las costas? Estamos cerca del muelle, punto de encuentro para reposar del viaje, leer un libro o ver a los amores del pasado. Ángel Otelo ¿Sientes la brisa con su suspiro efusivo? Es como si pasara por mis poros y por un momento me hiciera sentir libre, que no se necesita del mañana para reanimar de nuevo. Ángel Bosco ¿Será que aún hay satisfacción? Aquí estoy, no soy simples capirotadas de aire. Pisamos la misma arena, ‘esto no son revueltas, esto es revolución’. No tengas miedo de crear un nuevo diccionario, las gaviotas no dirán nada. Ángel Perseguidor ¿Será que aún me escuchas? Aquí tienes mis ojos, ya deja de buscar. Dame tus manos. Ángel Durero ¿Quieres ser volátil conmigo? No respondas y bésame. |
Poema publicado en la antología Cien poetas del mundo en la capital con valor: Primer Festival Internacional de poesía José María Heredia, Toluca, 2017.
Algo sobrevivió en medio de las ruinas. Algo accesible y cercano:
el lenguaje.
- Paul Celan
el lenguaje.
- Paul Celan